En el bautismo suelen estar presentes un padrino y una madrina, o incluso puede ser que sólo esté uno de ellos. Su función es asistir en su iniciación cristiana al niño o adulto que se bautiza, y procurar que después del sacramento el bautizado lleve una vida cristiana congruente cumpliendo las obligaciones inherentes a la adhesión a la fe cristiana.
Comúnmente entendemos que el padrino y/o madrina de los sacramentos de iniciación cristiana (bautismo, eucaristía, confirmación) representan a la figura de un padre/madre espiritual. Dicha figura toma principal relevancia cuando nos referimos al primer sacramento que reciben los -nuevos- cristianos.